El Reglamento DORA (Digital Operational Resilience Act) tiene como objetivo fortalecer la resiliencia digital y la ciberseguridad en el sector financiero. Desde su primer borrador hasta hoy, está teniendo un gran impacto en la Unión Europea debido a su alcance y sus ambiciones en ciberseguridad.
Con su aprobación, la UE trata de instar a las compañías financieras a identificar y gestionar los posibles riesgos digitales a los que se enfrentan. Así, pone el foco en un sector clave y particularmente sensible a ciberataques, estipulando las obligaciones y procedimientos que deben respetarse.
Te contamos todos los detalles sobre el Reglamento DORA, su importancia y las claves para aplicarlo.
Índice
Qué es el Reglamento DORA
El Reglamento DORA (por sus siglas en inglés, Digital Operational Resilience Act) parte de la Ley de Resiliencia Operativa Digital y busca regular y unificar legislación para la gestión de los riesgos digitales en el sector financiero.
Supone así un marco normativo unificado que viene a unir y actualizar diferentes normas ya existentes (EBA, PSD, EIOPA, eIDAS…).
Propuesto por la Unión Europea en septiembre de 2020 y también conocido como reglamento de ciberseguridad, el reglamento DORA busca mitigar los riesgos en el sector financiero derivados de la implantación de las TIC.
En este sentido, pone el foco en que las organizaciones financieras logren la ciberresiliencia: en un contexto en el que los ciberataques continúan proliferando, se busca que las organizaciones puedan continuar funcionando incluso frente a perturbaciones digitales graves.
Respecto a su aplicación, afecta a entidades financieras comprendidas de un modo global, incluyendo bancos, compañías de seguros y empresas de inversión. A su vez, se refiere también a los terceros esenciales que presten servicios a las entidades financieras (por ejemplo, plataformas en la nube o servicios de análisis de datos).
Aunque más abajo en este artículo entramos en detalle sobre las obligaciones que el Reglamento DORA supone, algunos de sus objetivos incluyen los siguientes:
- Gestión de riesgos en los sistemas
- Clasificación y notificación de incidentes en ciberseguridad
- Pruebas de resiliencia operativa digital
- Establecimiento de acuerdos contractuales entre proveedores de servicios y entidades financieros
- Generación de un marco de supervisión para los proveedores de servicios críticos
- Normativa para el intercambio de información segura
Además, tienen un papel destacado las Autoridades Europeas de Supervisión (AES) indicadas, que estarán a cargo de las normas técnicas. Finalmente, serán las autoridades nacionales competentes las que deberán supervisar el cumplimiento y aplicación del Reglamento.
Por qué es importante el Reglamento DORA
Los ataques al sector financiero global y el europeo en particular se están multiplicando, en un contexto en el que existe un aumento global de ataques cibernéticos.
Desde Europa y mediante el Reglamento DORA, se busca generar un marco de ciberresiliencia que garantice la estabilidad financiera en el continente. Así, se adoptan una serie de prácticas que, de forma proactiva, buscan ayudar a las organizaciones a mitigar el impacto de las amenazas cibernéticas para sus sistemas.
A su vez, es de vital importancia dentro del reglamento DORA la voluntad de unificar normativas a nivel europeo. Si hasta ahora se contaban con medidas fragmentarias (cada país contaba con sus propias reglas y marcos para supervisión), la ley consigue aunar y armonizar esfuerzos en torno a ciberresiliencia. Esto es particularmente importante teniendo en cuenta el contexto europeo de unidad legislativa y económica que se viene practicando en las últimas décadas.
Además, como beneficio para las entidades financieras y el resto de entidades afectadas por el Reglamento DORA, aparece una mayor claridad jurídica respecto a sus obligaciones en torno a la ciberseguridad y ciberresiliencia, en un marco también transfronterizo.
Obligaciones del Reglamento DORA
La fecha oficial para la entrada en vigor del reglamento DORA es enero de 2025. Esto da un periodo de adaptación de dos años a las empresas desde la aprobación de las obligaciones que listamos más abajo.
Así, la realidad es que multitud de entidades van a tener que ajustarse y desarrollar nuevas prácticas en torno a sus sistemas informáticos. En este sentido, es posible dividir las obligaciones que plantea la ley en las siguientes cuatro categorías:
Contar con un marco de gestión
Las entidades financieras deberán elaborar y poner en marcha un marco de gestión de riesgos. Deberán regular qué procedimientos internos y protocolos de actuación se van a poner en marcha en relación con los riesgos tecnológicos concretos a los que se enfrente cada entidad. Se trata, en definitiva, de un inventario de riesgos y de las herramientas con que se cuenta para evitarlos y mitigarlos.
Realizar pruebas periódicas
El Reglamento DORA establece asimismo la obligación de realizar pruebas periódicas a los sistemas y protocolos de las entidades. A través de estos tests, se busca comprobar su robustez y desvelar potenciales vulnerabilidades.
Garantizar la transparencia
Como parte de la estrategia de ciberresiliencia que propone, el reglamento DORA también obliga a las entidades a informar a las partes implicadas en caso de tener lugar un incidente.
Monitorear la cadena de valor
Además, las entidades financieras deberán garantizar el seguimiento de cualquier función tecnológica que subcontrate o delegue a terceros. El monitoreo y control exhaustivo de los proveedores deberá ser revisado periódicamente.
¿Cómo implementar el reglamento DORA?
Como ya mencionamos, el Reglamento DORA viene a poner en marcha una serie de obligaciones en torno a la ciberresiliencia para bancos, compañías de seguros y empresas de inversión y terceros esenciales en el sector. Antes de 2025, las empresas del sector deben revisar sus procesos internos e implementar las prácticas exigidas.
Desde S2 Grupo estamos preparados para acompañar a las entidades financieras europeas en su tránsito hacia la ciberresiliencia. Por ello, contamos con especialistas en Gobierno, Riesgo y Cumplimiento, así como con una diversidad de soluciones en ciberseguridad y acompañamiento personalizado para adaptarse a la entrada en vigor del Reglamento DORA. Ponte en contacto con nosotros y descubre cómo podemos ayudarte.