Ciberseguridad en la nube: qué es, importancia y su aplicación
La ciberseguridad en la nube implica adaptarse a la naturaleza única de este entorno tecnológico.
Las ventajas asociadas a los entornos cloud han llevado a una adopción creciente de este tipo de tecnología. Así, en 2023 el informe anual de Checkpoint sobre ciberseguridad en la nube estimaba que un 40% de las empresas ya han migrado a la nube al menos la mitad de sus cargas.
Esta expansión ha llevado inevitablemente a convertir la nube en uno de los objetivos clave de los cibercriminales. A medida que se multiplican los titulares sobre incidentes de seguridad cloud computing, también crecen las sospechas sobre este tipo de tecnología.
No obstante, la realidad es que los riesgos no están presentes en la tecnología en sí, si no en la adopción de políticas de ciberseguridad erróneas.
Así, Gartner estima que el 99% de los fallos de seguridad en la nube provienen de un uso incorrecto por parte de los usuarios. Igualmente, el informe de Checkpoint que citamos más arriba identifica las configuraciones erróneas de este tipo de entornos como una de las principales amenazas.
Garantizar la ciberseguridad en cloud computing pasa por reconocer las idiosincrasias inherentes a este tipo de tecnología y los cambios que ha sufrido en tiempos recientes, y poner medidas al respecto.
Por ello, resulta indispensable reevaluar los principios de seguridad que deben regir una estrategia exitosa para el cloud computing actual. Lo analizamos.
¿Qué es la ciberseguridad en la nube?
La seguridad en la nube abarca las prácticas, tecnologías y políticas diseñadas para proteger los entornos de computación en la nube y sus datos, aplicaciones y sistemas.
Se trata por tanto de una rama de la ciberseguridad que trata de abordar las amenazas específicas que se ciernen sobre este tipo de entorno informático.
Ya que el cloud computing implica que datos y aplicaciones residen en servidores remotos (a los que se accede mediante la conexión a internet), se requieren medidas concretas que protejan este tipo de infraestructura.
¿Cómo funciona?
La ciberseguridad en la nube ideal funciona como un ecosistema de medidas y políticas que, vinculadas estrechamente, permiten proteger este tipo de entorno y sus vulnerabilidades específicas.
En este sentido, algunas de las medidas comúnmente adoptadas dentro del marco de la ciberseguridad en la nube incluyen:
- Clasificación y cifrado de información para datos en tránsito y en reposo
- Políticas de autenticación y control de acceso rigurosas
- Herramientas de monitoreo y detección de amenazas
- Protección efectiva contra malware y ransomware
- Gestión de actualizaciones y parches de seguridad
- Mecanismos para generar copias de seguridad
- Cumplimiento de regulaciones y estándares de seguridad, incluyendo la ley de protección de datos
- Estrecha colaboración con el proveedor de servicios en la nube, incluyendo la comprobación de sus políticas de seguridad
- Aplicación de técnicas de borrado seguro.
Estas medidas, a su vez, deben complementarse con políticas de ciberresiliencia efectivas que vinculen estos esfuerzos con los realizados en cualquier otro nivel tecnológico en el que opere la organización.
Puntos a considerar al momento de securizar un cloud
- Identity and Access Management (IAM): conjunto de políticas y tecnologías utilizadas para garantizar que solo usuarios autorizados tengan acceso a los recursos de la nube. Se incluyen aquí la gestión de identidades digitales, la autenticación de usuarios, el control de acceso basado en roles (RBAC), la implementación de políticas de acceso y la monitorización de actividades de usuarios para prevenir accesos no autorizados.
- Cumplimiento normativo: se refiere a herramientas y políticas orientadas a que las operaciones en la nube cumplan con los requisitos regulatorios aplicables.
- Prevención de pérdida de datos (DLP): en este caso, se pone el foco en identificar, monitorear y prevenir robos de información sensible. Además, otorga visibilidad sobre qué datos se almacenan y procesan en la nube, facilitando su gestión.
- Información de seguridad y administración de eventos (SIEM): se basa en el análisis en tiempo real para detectar y responder a amenazas cibernéticas. Se ocupa así de identificar patrones anómalos de actividad y responder rápidamente a posibles incidentes de seguridad.
- Iniciativas de formación en ciberseguridad: parte importante de la seguridad cloud computing es garantizar que cualquier usuario de esta tecnología reciba formación y sensibilización sobre las mejores prácticas a seguir, el reconocimiento de amenazas y la respuesta adecuada a incidentes.
- Infraestructura de clave pública (PKI): se trata de una infraestructura cuyo objetivo es el intercambio seguro de información gracias al uso de certificados digitales y claves públicas y privadas seguras.
¿Qué es cloud computing?
Antes de continuar con algunas de las estrategias clave para garantizar la ciberseguridad en la nube resulta interesante definir qué es exactamente cloud computing.
La computación en la nube es un modelo de prestación de servicios de tecnología de la información que permite el acceso, a través de internet, a recursos informáticos.
Su gran ventaja es que permite a las organizaciones acceder a recursos a través de estos proveedores en la nube remotos, en lugar de tener que poseer y mantener sus propios servidores físicos o infraestructura de forma local.
Así, de un lado aparece un servidor central ofrecido por el proveedor. Este, a su vez, facilita el acceso para los usuarios a través de internet y la conexión a una plataforma en la nube.
De este modo, los entornos en la nube ofrecen una alta flexibilidad y agilidad en el acceso a recursos y almacenamiento, pues quedan disponibles bajo demanda.
¿Por qué es importante la seguridad en la nube?
Como hemos visto más arriba, desde el momento en que los servicios en la nube aparecieron y se popularizaron, se han convertido en blanco de los cibercriminales.
En este sentido, la infraestructura en la nube es un nuevo eslabón en la cadena de ciberseguridad que las empresas han de vigilar y proteger.
Amenazas a la seguridad en la nube
Filtración de datos
Consiste en la divulgación o acceso no autorizado a información confidencial o sensible en entornos de computación en la nube.
Malware
La infección mediante malware de los sistemas en la nube puede comprometer este tipo de sistemas. El riesgo se multiplica debido a la naturaleza escalable y conectada de la nube, que podría favorecer una rápida propagación del malware.
API Insegura
Las API son infraestructuras encargadas de enlazar sistemas en la nube. Esto las pone en el punto de mira, ya que facilitan el contacto entre infraestructuras y, por tanto, pueden ser vulnerables a la propagación rápida de ataques. Es preciso protegerlas mediante sistemas de autenticación sólidos y el establecimiento de sistemas de cifrado y controles adecuados.
Falta de gobernanza para los accesos
La gestión inadecuada de controles para determinar quién tiene acceso a los recursos y datos en entornos cloud supone una vulnerabilidad clave que puede ser aprovechada por los atacantes.
Cuentas hackeadas
Los sistemas cloud son también vulnerables a accesos no autorizados a través de hackeos de cuentas. Este tipo de ataques se aprovechan de la falta de control en aspectos fundamentales como la autentificación de múltiple factor o el monitoreo de actividad inusual.
Riesgos y desafíos de la ciberseguridad en la nube
Paradójicamente, algunas de las fortalezas de los sistemas cloud son precisamente también la fuente de sus potenciales vulnerabilidades.
Así, el dinamismo que permiten, su extraordinaria escalabilidad y la innovación constante implican que la ciberseguridad en la nube es compleja y debe mantenerse en constante actualización.
La ciberseguridad en la nube se enfrenta además al carácter híbrido de las organizaciones: ya que rara vez se manejan enteramente en entornos cloud, este tipo de soluciones conviven con entornos on-premise a menudo establecidos con anterioridad.
Todo ello implica que el perímetro a proteger se amplía y difumina y se resiste a técnicas de ciberseguridad convencionales y manuales.
Falta de visibilidad (pues los recursos se sitúan en infraestructuras remotas), configuraciones incorrectas y el descontrol en las políticas de acceso se alzan como algunos de los retos más apremiantes en estos entornos. Se añaden a esto requisitos de seguridad y regulatorios específicos que deben ser administrados de forma continua.
En este sentido, la seguridad cloud computing se enfrenta a entornos en la nube altamente complejos sobre los que resulta imprescindible mantener una visibilidad constante, a la par que su gestión conjunta con el resto de sistemas y redes.
Beneficios de la gestión adecuada de ciberseguridad en la nube
Una seguridad cloud computing adecuada permite el acceso a todas las ventajas de este tipo de entorno. Desde los menores costes en infraestructura y mantenimiento, al acceso a servicios flexibles y altamente escalables.
Estos beneficios se multiplican además si se trabaja junto a un proveedor de servicios cloud de confianza. En este caso, a las políticas establecidas por la empresa se unen las a menudo rigurosas medidas de seguridad puestas en marcha por los proveedores, que además proporcionan garantías sobre el cumplimiento de estándares y normativas aplicables.
Por lo tanto, una gestión efectiva de ciberseguridad en la nube permite proteger los activos digitales de una organización, garantizar la conformidad con los requisitos normativos y mejorar la eficiencia operativa y ciberresiliencia del negocio.
Aspectos claves de la seguridad en la nube
1. Responsabilidad compartida entre el proveedor y el cliente
En la introducción del artículo hemos mencionado una cifra de Gartner particularmente llamativa: el 99% de los fallos de seguridad en la nube se producen por fallos en la parte de los usuarios. Una tendencia que se espera que continúe en los próximos años, a medida que los proveedores escalan sus esfuerzos de ciberseguridad.
En pocas palabras, solo la colaboración ofrece garantías de éxito en la ciberseguridad en la nube.
En este sentido, resulta imprescindible comprender la relación simbiótica que deben mantener proveedores y clientes de servicios en la nube. Es más, esta relación queda reconocida en el modelo de responsabilidad compartida que suelen proponer los proveedores de servicios en la nube.
Este modelo trata de definir las tareas diferenciadas que deben acometer los proveedores y los usuarios para proteger los entornos cloud. Por un lado, los proveedores se ocupan de proteger la propia nube y su infraestructura; por el otro, los clientes deben establecer políticas de seguridad para los controles de red, administración de accesos, y los propios datos y aplicaciones que deciden incorporar a la nube.
A su vez, nuevos paradigmas en ciberseguridad en la nube incrementan aún más la colaboración entre ambas partes. Por ejemplo, muchos proveedores ya se están implicando en ofrecer formación y recursos integrales para asistir a los clientes en un uso seguro de sus servicios.
Más allá de esto, el INCIBE hace hincapié en que las organizaciones se esfuercen por informarse de forma activa sobre las políticas de seguridad y privacidad de los proveedores cloud, garantizando que cumplen sus expectativas y requisitos. Además, recomiendan firmar acuerdos a nivel de servicio (SLA) que establezcan garantías sobre los deberes de los proveedores en cuanto a ciberseguridad.
2. Auditorías de seguridad cloud
Las auditorías de ciberseguridad avanzadas ponen en marcha la revisión de los controles de seguridad implementados en entornos de computación en la nube para garantizar su eficacia y cumplimiento con estándares y regulaciones.
De este modo, las auditorías de seguridad cloud se usan para evidenciar las carencias y vulnerabilidades específicas a las que se enfrenta la organización en este tipo de entorno. Este resulta un primer paso fundamental para corregir protocolos, enmendar errores y reforzar la ciberseguridad.
3. Cultura de ciberseguridad
El desarrollo de la cultura de ciberseguridad en la organización va un paso más allá, pues se orienta a uno de los puntos más vulnerables dentro de la ciberseguridad: los equipos humanos.
En este sentido, este tipo de iniciativas proporcionan formación y herramientas eficaces para atajar las amenazas asociadas a los entornos en la nube y fomentar su uso seguro.
Desde S2 Grupo, hemos desarrollado nuestra propia metodología para el desarrollo de la cultura de ciberseguridad. Bajo el nombre ProtectIT, ofrecemos estrategias personalizadas para cada organización, que incluyen formaciones presenciales y soluciones prácticas y aplicables a corto, medio y largo plazo que acerquen la ciberseguridad al día a día de las empresas.
¿Quieres saber más sobre ciberseguridad en la nube y qué pasos dar para priorizarla en tu organización? En S2 Grupo podemos ayudarte.
Desde S2 Grupo hemos trasladado nuestros 20 años de experiencia en ciberseguridad y ciberinteligencia a la creciente demanda por parte de nuestros clientes en la securización de entornos cloud. En ese sentido, S2 cuenta con una suite de servicios especializados en Cloud Security, servicios de alta madurez, cuyo éxito ha sido avalado por clientes estratégicos y líderes de la industria. Desde Cloud Security Posture Management o CSPM, hasta revisión de posturas y arquitecturas de seguridad cloud, S2 Grupo ofrece un amplio y variado catálogo de servicios enfocado en ofrecer los más altos estándares de seguridad para clientes que utilicen de forma extensiva o estén comenzando su camino hacia la nube pública. Nuestro compromiso es asegurar que la seguridad se convierte en una prioridad a la hora de trabajar con esta tecnología.
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