Defensa confía en S2GRUPO para impulsar la construcción del Ciberescudo Nacional: soberanía digital y defensa integral en el ciberespacio
En S2GRUPO avanzamos junto al Ministerio de Defensa en la construcción del Ciberescudo Nacional, una infraestructura estratégica destinada a proteger los sistemas IT y OT de las Fuerzas Armadas y, de forma progresiva, extender su cobertura al conjunto del ciberespacio nacional.
En un contexto global en el que la seguridad y la soberanía digital se han convertido en elementos esenciales para la defensa de los Estados, esta colaboración refuerza nuestro compromiso con la autonomía tecnológica y la resiliencia nacional.
Un proyecto estratégico para la defensa digital de España
El Mando Conjunto del Ciberespacio (MCCE) ha formalizado con nosotros un contrato para el desarrollo del sistema de monitorización y protección de los Centros de Operaciones de Seguridad (COS) del Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire y del Espacio.
Con una financiación de 9,3 millones de euros, este proyecto garantizará la libertad de maniobra y la seguridad en el ciberespacio de los sistemas específicos de las Fuerzas Armadas, estableciendo los mecanismos necesarios para eliminar o mitigar riesgos frente a acciones ofensivas del adversario.
El sistema se basará en GLORIA, solución del Centro Criptológico Nacional (CCN) desarrollada por S2GRUPO, cualificada con certificación ENS ALTA en la familia de Sistemas de Gestión de Eventos de Seguridad (SIEM) del Catálogo CCN-STIC 105. Esta herramienta proporciona capacidades avanzadas de detección, correlación y respuesta frente a ciberamenazas en entornos críticos.
Además, la solución será escalable, acreditable y distribuida en varios niveles, permitiendo a cada Ejército actuar en el ciberespacio de forma interoperable con el MCCE y con los sistemas desplegados en zonas de operaciones o en apoyo a la protección de infraestructuras críticas.
Tecnología soberana para la defensa naval y ciberespacial
En el caso de la Armada, esta tecnología se integrará con el proyecto iCIAR-EM, también adjudicado a S2GRUPO, con una financiación de 1,6 millones de euros y ejecución hasta diciembre de 2026. Este sistema permitirá monitorizar y defender los sistemas a bordo de los buques de la Armada, tanto desde las propias plataformas navales como desde el Centro de Operaciones de Ciberseguridad de la Armada (COS-AR).
El sistema iCIAR facilitará además la escalada de ciberincidentes al Centro de Operaciones de Ciberseguridad del MCCE y a otros centros del Ministerio de Defensa, garantizando una coordinación ágil y eficaz ante cualquier amenaza.
Ambos proyectos se sustentan en tecnología soberana desarrollada en España y constituyen el núcleo tecnológico del futuro Ciberescudo Nacional. Este escudo digital, modular y escalable, será capaz de operar de forma interoperable con los sistemas de defensa nacionales e internacionales, reforzando la libertad de maniobra de las Fuerzas Armadas y elevando la capacidad de prevención, vigilancia y respuesta ante ciberamenazas cada vez más sofisticadas.
Compromiso con la soberanía tecnológica y la defensa nacional
Para nosotros, esta colaboración representa un avance firme en nuestro compromiso con la soberanía tecnológica y la autonomía estratégica nacional. El desarrollo e implantación de soluciones como GLORIA e iCIAR consolidan un modelo de defensa digital basado en capacidades nacionales propias, que refuerza la resiliencia del Estado y protege los intereses esenciales de la nación.
Como ha señalado Rafael Rosell, CRO de S2GRUPO, “la defensa del ciberespacio no es solo una cuestión tecnológica, sino una responsabilidad compartida que define nuestra capacidad para proteger la seguridad, los derechos y las libertades de todos los ciudadanos. La construcción del Ciberescudo Nacional es un hito que refuerza la autonomía tecnológica de España y demuestra que la colaboración entre Defensa e industria nacional es clave para garantizar la seguridad del Estado en la era digital.”
Con la construcción del Ciberescudo Nacional, contribuimos a que España avance hacia un modelo de ciberdefensa más autónomo, robusto y soberano, en el que la colaboración público-privada y la innovación tecnológica nacional se consolidan como los pilares de la seguridad y la libertad en el ciberespacio.