Inteligencia de amenazas: en qué consiste y por qué es importante
La inteligencia de amenazas contiene algunas de las claves para entender la ciberseguridad más avanzada del presente y el futuro.
La inteligencia de ciberamenazas pone en el centro las decisiones basadas en datos, apoyándose también en tecnología de vanguardia como la IA, para desarrollar una seguridad con un enfoque proactivo. En un momento de incremento de ciberataques sin precedentes, este enfoque resulta crucial no solo para prevenir ataques y detenerlos más rápidamente, sino también para optimizar recursos y minimizar las consecuencias de las infracciones en caso de tener lugar.
En este contexto, analizamos qué es exactamente la inteligencia de amenazas, sus fundamentos básicos y cómo incorporarla a las organizaciones.
Qué es la inteligencia de amenazas
La inteligencia de amenazas se refiere a un enfoque estructurado para recopilar y analizar información sobre amenazas en vistas a identificar los riesgos y generar respuestas y controles efectivos.
Este enfoque (también conocido como Threat Intelligence) se ocupa tanto de recopilar información bruta proveniente de diversas fuentes, como de analizar los datos en busca de patrones. El resultado es un conocimiento profundo sobre las amenazas que, potencialmente, acechan a una organización.
Es decir, la inteligencia de amenazas busca vulnerabilidades específicas para una infraestructura y su superficie de ataque en particular. Aunque este es un concepto amplio, a menudo se estructura en torno al menos los siguientes dos tipos de información:
- Indicadores de compromiso (IoC): señales que indican actividad maliciosa o el compromiso de un sistema o red.
- Tácticas Técnicas y Procedimientos (TTP): las estrategias que los atacantes emplean para ejecutar sus actividades maliciosas, es decir, su modus operandi.
En base a este conocimiento, la inteligencia de amenazas después se ocupa de correlacionar estos datos con el contexto de amenazas actuales y la organización específica a la que atiende. Finalmente, pone en marcha un protocolo prescriptivo en el que realiza recomendaciones de seguridad para abordar las vulnerabilidades específicas.
Tipos de inteligencia de amenazas
Según su objetivo
- Inteligencia estratégica: busca obtener un panorama general de amenazas, entendiendo la evolución de los riesgos, tendencias y motivaciones de amenazas. Incluye por tanto un análisis de los cambios en el ámbito global de ciberamenazas (a menudo unido a tendencias en geopolítica) y su posible impacto en la organización. Esta información se emplea para la toma de decisiones en el medio y largo plazo (por ejemplo, tiene influencia en el plan de ciberseguridad de la organización), y va más allá del ámbito tecnológico dentro de la organización, involucrando también a niveles ejecutivos.
- Inteligencia operacional: se centra en el “cómo” de los ataques (TTP) para otorgar información accionable de forma inmediata, en el presente. Por lo tanto, otorga capacidades para detectar y responder a ciberataques en curso.
- Inteligencia táctica: busca un conocimiento profundo sobre los riesgos presentes en el día a día de la organización y sus operaciones. Este tipo de inteligencia de amenazas es la que permite prevenir ataques, y también se conoce con el nombre de inteligencia técnica, que busca obtener información sobre indicadores técnicos (IoC) que se observan en tiempo real o casi en tiempo real durante un ataque.
Las fases de la inteligencia de amenazas
La inteligencia de amenazas no debe entenderse como una operación puntual o un proceso de progresión lineal. Su fuerza y capacidades avanzadas residen en su carácter iterativo y continuo propio del ciclo de inteligencia, que se puede dividir en las siguientes etapas:
Planificación
Se establecen los objetivos de la actividad, las prioridades, el alcance y los recursos disponibles.
Recopilación de datos
Se reúne información sin procesar (“bruta”) en torno a los objetivos establecidos. Para ello, se monitorizan fuentes de inteligencia sobre amenazas (por ejemplo, análisis forenses de incidentes de ciberseguridad).
Igualmente, se hace un seguimiento en comunidades dedicadas al intercambio de este tipo de información. Es el caso de los ISAC (Information Sharing and Analysis Centers), organizaciones dedicadas a facilitar el intercambio de información para mejorar la seguridad cibernética; o la plataforma MISP (Malware Information Sharing Platform), de código abierto y diseñada para el intercambio de información sobre amenazas cibernéticas.
Procesamiento de datos
Tras la recopilación de la información en bruto, llegan las operaciones de agregación, estandarización y correlación, que son las que van a permitir obtener una verdadera inteligencia de amenazas. Es aquí donde el papel de inteligencia artificial y machine learning toma importancia, capaz de automatizar estos procesos y de abordar grandes cantidades de información.
Análisis de datos
Con los datos procesados, llega el momento de identificar patrones y tendencias y verificar cómo este conocimiento puede aplicarse a los objetivos de seguridad de la organización. El resultado de esta fase es la obtención de información procesable con un impacto directo a la hora de mitigar los riesgos.
Difusión
Se comparte la inteligencia obtenida con las partes interesadas, además de recomendaciones sobre cómo operar en base a la información. Así, las herramientas de inteligencia de amenazas son capaces de compartir datos con herramientas de seguridad, creando alertas de forma automática. Por su parte, los equipos humanos también incorporan la información para mejorar su posición en ciberseguridad.
Reflexión
Llega el momento de reflexionar sobre el ciclo de inteligencia de amenazas que acaba de concluir, establecer si se han cumplido sus objetivos y detectar posibles mejoras. Este paso es el que abre la puerta a volver al inicio del ciclo aplicando las optimizaciones necesarias.
Por qué es importante la inteligencia de ciberamenazas
La inteligencia de ciberamenazas resulta una herramienta clave en varios sentidos:
- Permite identificar amenazas conocidas y desconocidas con un enfoque proactivo, crucial en un panorama de ciberseguridad cambiante y cada vez más amenazante.
- Otorga información para tomar decisiones clave, como qué riesgos priorizar.
- Ofrece capacidades avanzadas a los equipos de ciberseguridad para detectar y mitigar ataques rápidamente.
- Se alinea con las medidas necesarias para el cumplimiento con normativas vinculadas a la ciberseguridad, como el Reglamento General de Protección de Datos.
Tendencias actuales en Threat Intelligence
El informe ‘Cyber Threat Intelligence Report – Tendencias 2024’ ofrece una visión panorámica de los principales movimientos en el contexto de la ciberseguridad actual: desde el papel cada vez más destacado de las Amenazas Persistentes Avanzadas y la consolidación de la guerra multidominio, hasta las cada vez más sofisticadas vulnerabilidades Zero-Day y el crecimiento del Ransomware as a Service.
A su vez, una mirada al valor del mercado de la inteligencia de amenazas desvela predicciones sobre la importancia creciente que se prevé que este enfoque va a adquirir en los próximos años. Así, Fortune Business Insider anticipa que su valor de mercado crezca desde los 4.930 millones de dólares en 2023 hasta los 5.800 millones en 2032, a un ritmo (CAGR) del 20.0%.
El papel de la IA y el aprendizaje automático en la inteligencia de amenazas es otra de las tendencias clave para comprender la evolución de este campo en los próximos años. A medida que las capacidades de este tipo de tecnología avancen, también se prevé que lo hagan los recursos disponibles en el campo de la Threat Intelligence. Se espera que se disparen asuntos como las velocidades y la calidad de procesamiento o la escala de la información abarcable, así como la disponibilidad de información y las capacidades de adaptación de estos datos a cada caso concreto.
A su vez, son también tendencias clave para entender hacia dónde se dirige la inteligencia de amenazas en los próximos años:
- Mayor integración en las fuentes de datos. La capacidad para combinar y correlacionar múltiples fuentes de información va a continuar evolucionando, permitiendo obtener una visión más completa de las amenazas a las que se enfrentan las organizaciones.
- Integración creciente con plataformas de orquestación y respuesta de seguridad (SOAR) para una automatización avanzada. Esto permite agilizar los tiempos de respuesta, a la vez que diseñar respuestas estandarizadas. Igualmente, este paso implica que el proceso de inteligencia de amenazas también accede a la documentación de respuestas a incidentes cada vez más avanzada, lo cual alimenta sus capacidades de optimización.
- Mejoras en la colaboración entre organizaciones. Se prevé que modelos como los ISACs se vuelvan universales y amplíen sus roles y relevancia.
- Impulso al análisis en tiempo real de comportamientos anómalos e indicadores de amenazas.
- Foco puesto en áreas particulares de la inteligencia de amenazas, como las amenazas en la cadena de suministro y las amenazas internas.
S2 Grupo: tu aliado para la inteligencia de amenazas avanzada
Desde S2 Grupo, ponemos nuestra experiencia de dos décadas en ciberseguridad al servicio de las organizaciones a través de nuestra solución Threat Intelligence.
Para ello, hemos reforzado nuestras capacidades de inteligencia de amenazas gracias a la creación de Lab52, la unidad de ciberinteligencia de S2 Grupo.
Nuestra metodología de trabajo se diferencia por basarse en tecnología propia desarrollada junto al Centro Criptológico Nacional (CCN). Herramientas de vanguardia para elevar las capacidades de inteligencia de amenazas de nuestros equipos humanos, analistas expertos que trabajan con las organizaciones para desarrollar protocolos específicos.
A su vez, disponemos de dos herramientas clave para inteligencia de amenazas:
- CARMEN: herramienta de detección de compromisos por APT de S2 Grupo. Un producto capaz de detectar ciberataques avanzados y facilitar el proceso de Threat Hunting, se ocupa de la adquisición, procesamiento y análisis de su tráfico, para detectar anomalías y usos indebidos.
Orientado a proteger los sistemas en la fase de intrusión (Breach Detecting), es capaz de detectar mecanismos de infección, y encontrar amenazas en la fase de persistencia. La plataforma también realiza un filtrado y priorización de información en apoyo a los equipos humanos. Un conjunto de capacidades clave para enfrentarse a las APT y que hacen que CARMEN pueda detectar incluso aquellas amenazas que aún resultan desconocidas. Esto acelera los ciclos de investigación en inteligencia de amenazas, y simplifica procesos altamente complejos.
- CLAUDIA: diseñada para la detección de anomalías y usos indebidos en el puesto de usuario, se trata de otra herramienta desarrollada por S2 Grupo. En este caso, se describe como solución Endpoint para la detección de malwares complejos y movimientos laterales, dos de las claves en las APT. Todo ello desde un nodo central de administración que potencia la eficiencia y la rapidez: en CLAUDIA, los datos sobre los activos quedan recogidos y centralizados; también desde esta misma plataforma se evalúan para establecer qué protocolos implementar.
Ambas herramientas están diseñadas, además, para trabajar de forma complementaria. El resultado es la obtención de una visión completa de todo lo que ocurre en la organización en torno a la inteligencia de amenazas y ciberseguridad.
¿Quieres saber más sobre Threat Intelligence y nuestro papel en S2 Grupo para implementarla en tu organización? Ponte en contacto con nosotros y descubre cómo podemos ayudarte.