Las URLs acortadas pueden poner en ciberpeligro la privacidad de los usuarios
Las URLs acortadas son una versión condensada de una dirección web, si bien son muy útiles en algunas ocasiones, son utilizadas por los ciberdelincuentes para la difusión de malware u otro tipo de amenazas de ingeniería social que pueden poner en jaque la ciberseguridad y la privacidad de los usuarios y sus dispositivos.
Las direcciones web acortadas son muy útiles, sobre todo, en redes sociales. Y, dentro de éstas, todavía más en aquéllas donde se limita el número de caracteres que podemos utilizar. El problema reside en que en ellas no podemos saber a golpe de vista dónde nos están dirigiendo y esto ha sido aprovechado por los ciberdelincuentes para redirigir a webs que implican la descarga de malware que puede infectar los equipos.
Con esto, no estamos diciendo que no se utilicen, a la tecnología no hay que tenerle miedo. Simplemente, hemos de conocer dónde podemos encontrarnos con un ciberpeligro para que podamos actuar de forma responsable y segura para poder disfrutar de ella sin riesgos. En este sentido, la concienciación de todos es esencial.
Otro de los problemas, es que detrás de algunos enlaces acortados hay empresas que los emplean para la creación de perfiles de usuario, y utilizan técnicas de fingerprinting (huella digital) que permiten rastrear nuestra ubicación a través de la dirección IP y así poder ofrecer anuncios personalizados.
Además, hay que tener en cuenta que estos enlaces pueden llevarnos a webs fraudulentas que suplantan la identidad de otras y podemos ser víctimas del phising o smishing y, al creer que estamos en páginas oficiales de alguna entidad, introducir información confidencial que será útil para los ciberdelincuentes y pondrá en riesgo nuestra privacidad y seguridad.
¿Cómo protegernos en el uso de URLs acortadas?
Es muy importante tener en cuenta que no todos los enlaces acortados tienen por qué ser peligrosos, pero sí es esencial seguir algunas recomendaciones para utilizarlos de forma cibersegura:
- No facilitar ninguna información privada, contraseña o datos de acceso a través de ninguna web a la que hayamos accedido desde de un enlace acortado. Si necesitamos hacerlo, es aconsejable volver a introducir la web original a la que queremos acceder y hacerlo desde ahí.
- Verificar que la web a la que accedemos es segura y cuenta con el protocolo HTTPS en su inicio y a la izquierda aparece un candado de seguridad.
- Si ya se hubiera accedido a la web, es aconsejable realizar un análisis con el antivirus de nuestro dispositivo. Y si se hubieran facilitado contraseñas, es aconsejable cambiarlas.
- Utilizar herramientas de Internet, como CheckShortURL o Securi, que permiten analizar los enlaces y conocer su contenido, previsualizar la web a la que vamos a acceder y saber si en el link hay algún tipo de malware.