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Actualidad

¿Qué es un SOC y por qué es esencial para la ciberseguridad?

28 Jul 2025

En la era digital actual, donde las amenazas cibernéticas evolucionan constantemente y los ataques se vuelven más sofisticados, las organizaciones necesitan contar con estructuras especializadas capaces de anticipar, detectar y responder a incidentes de forma efectiva. Es aquí donde cobra relevancia el Security Operations Center (SOC), un elemento clave dentro de cualquier estrategia de ciberseguridad robusta.

¿Qué es un SOC?

Un Security Operations Center (SOC), o Centro de Operaciones de Seguridad, es una capacidad en la que un equipo de expertos supervisa, analiza y responde a amenazas de ciberseguridad en tiempo real. Su función principal es proteger los activos digitales de una organización —como sistemas, redes y datos— mediante un monitoreo constante, una detección temprana de usos indebidos y anomalías y una respuesta coordinada ante incidentes.

Esta capacidad de vigilancia continua se apoya en herramientas tecnológicas avanzadas, como plataformas SIEM (Security Information and Event Management), sistemas de automatización y orquestación (SOAR), inteligencia de amenazas y capacidades de análisis forense digital, entre otros. Sin embargo, el verdadero valor del SOC reside en la combinación estratégica de tecnología, procesos definidos y profesionales cualificados.

Un SOC opera en varios niveles jerárquicos. En el nivel estratégico se definen los objetivos y las estrategias de defensa. A continuación, en el nivel operativo se concretan las tácticas y técnicas necesarias para alcanzar estos objetivos. Por último, en el nivel táctico se implementan las herramientas y procedimientos específicos que permiten materializar esas tácticas. Esta estructura organizada es clave para garantizar una detección eficaz y una respuesta coordinada frente a amenazas.

El objetivo de un SOC es claro: se centra en la detección de amenazas en el ciberespacio y, habitualmente, en su neutralización. 

Importancia del SOC en la gestión de amenazas

La superficie de exposición de las organizaciones ha crecido enormemente debido al uso de entornos híbridos, al trabajo remoto, a la digitalización de procesos y a la dependencia de servicios en la nube, entre otros. En este contexto, un SOC proporciona una primera línea de defensa proactiva frente a amenazas tanto externas como internas, con beneficios como:

  • Detección anticipada de actividades hostiles, antes de que causen daños significativos.
  • Respuesta rápida y eficaz ante incidentes, minimizando su impacto.
  • Supervisión continua de la seguridad, las 24 horas del día, los 365 días del año.
  • Cumplimiento normativo con estándares y regulaciones (NIS2, RGPD, ISO 27001).
  • Visibilidad completa del estado de ciberseguridad en tiempo real.
  • Mejora continua basada en inteligencia de amenazas y explotación de información.

Además, al centralizar las funciones de seguridad, el SOC permite una coordinación eficiente de recursos y una mejor capacidad de reacción ante incidentes complejos.

Funciones principales de un SOC

El rol del SOC va mucho más allá del monitoreo. Estas son algunas de sus funciones más relevantes:

1. Vigilancia y monitoreo 24/7

Supervisa redes, sistemas y aplicaciones para detectar actividades sospechosas o dañinas, utilizando herramientas avanzadas que permiten una visión integral del entorno tecnológico.

2. Análisis y correlación de eventos

El SOC utiliza un repositorio central, normalmente una plataforma SIEM (Security Information and Event Management), que permite recopilar, normalizar y retener datos de múltiples fuentes para ser analizados de forma conjunta. El SIEM no sólo facilita la correlación de eventos entre diferentes sistemas, sino que también almacena información histórica que resulta esencial para identificar patrones anómalos, realizar investigaciones forenses y generar inteligencia accionable. 

En escenarios avanzados, parte del equipo de un SOC realiza actividades de threat hunting, que consisten en la búsqueda proactiva de amenazas que no generan alertas evidentes. 

3. Gestión de incidentes

Actúa de forma inmediata para contener, mitigar y erradicar amenazas, minimizando su impacto y asegurando la continuidad del negocio.

La gestión de incidentes en un SOC se organiza en niveles: si no es posible la respuesta automática (nivel 0), los operadores de nivel 1 siguen procedimientos estandarizados para la primera respuesta; los analistas de nivel 2 investigan y gestionan los incidentes más complejos; y los especialistas de nivel 3 (por ejemplo, expertos en forense digital o análisis de malware) intervienen en situaciones que requieren un elevado nivel de especialización. 

Los incidentes especialmente relevantes requieren una investigación particularizada para entender su origen, alcance y efectos, aportando lecciones aprendidas que fortalecen la postura de seguridad de la organización.

4. Generación de inteligencia

El SOC obtiene y analiza información sobre nuevas amenazas para anticiparse a ellas, adaptando las estrategias de defensa en consecuencia. 

Esta inteligencia puede originarse en fuentes propias, como honeypots o análisis de artefactos, o en fuentes externas de confianza. Es importante maximizar la inteligencia accionable, la que puede integrarse de manera ágil en las herramientas de detección y respuesta para producir resultados inmediatos. Aunque la inteligencia no accionable también es valiosa, su utilidad principal es estratégica y no siempre facilita una detección directa.

5. Automatización y orquestación

Mejora la eficiencia y reduce los tiempos de respuesta mediante procesos automatizados, permitiendo no sólo una reacción más ágil ante incidentes, sino también una reducción de costes. Cuanto más automatizados estén los análisis de eventos y la respuesta ante incidentes, más eficiente será el SOC y más valor podrán aportar sus analistas, focalizándose en la identificación de nuevas amenazas.

6. Cumplimiento normativo

Disponer de un SOC facilita a las organizaciones adaptarse a regulaciones como el RGPD, la directiva NIS2 o ISO 27001, asegurando el cumplimiento de los requisitos legales y estándares de la industria.

Tipos de SOC

Los SOC pueden variar en tamaño y complejidad, adaptándose a las necesidades específicas de cada organización. Algunos de los tipos más comunes incluyen:

SOC Interno

Operado por el personal de la propia organización, ofrece un control total sobre las operaciones de seguridad, aunque requiere una inversión significativa en recursos y formación.

SOC Externo

Gestionado por un proveedor de servicios externo, permite a las organizaciones acceder a experiencia especializada y tecnología avanzada sin la necesidad de mantener un equipo interno.

SOC Híbrido

Combina elementos de los SOC internos y externos, permitiendo una colaboración entre el personal interno y los proveedores externos para una gestión de seguridad más flexible y eficiente.

Implementación de un SOC efectivo

La implementación de un SOC efectivo requiere una planificación cuidadosa y una comprensión clara de los objetivos de seguridad de la organización. Algunos pasos clave incluyen:

  • Evaluación de riesgos: Identificar y priorizar los activos críticos y las posibles amenazas que enfrenta la organización.
  • Definición de políticas y procedimientos: Establecer directrices claras para la gestión de incidentes, la notificación de eventos y la recuperación ante desastres.
  • Selección de herramientas tecnológicas: Elegir las plataformas y soluciones que mejor se adapten a las necesidades de la organización, como SIEM, SOAR y herramientas de análisis forense.

Además del SIEM, muchas organizaciones implementan soluciones EDR (Endpoint Detection and Response) o su evolución, XDR (eXtended Detection and Response), que monitorizan los endpoints y envían información detallada al repositorio central. 

El endpoint es donde suelen materializarse la mayoría de las acciones hostiles, por lo que constituye la fuente principal de datos. Actualmente, mediante la monitorización de endpoints, se pueden detectar la mayoría de las amenazas, convirtiéndolo en la primera fuente crítica de información. Además, el perímetro es otra fuente relevante, destacando cuatro puntos de adquisición: el firewall, el servidor de correo electrónico, los servidores web y los mecanismos de acceso remoto. Este perímetro puede encontrarse tanto en las instalaciones de la organización como en la nube.

  • Formación del personal: Asegurar que el equipo de seguridad esté debidamente capacitado y actualizado en las últimas tendencias y técnicas de ciberseguridad.
  • Monitoreo y mejora continua: Implementar procesos de revisión y mejora para adaptar las estrategias de seguridad a las amenazas emergentes y los cambios en el entorno tecnológico.
  • Inteligencia de amenazas: un SOC actual debe basarse en inteligencia, permitiendo así priorizar inversiones e investigaciones, o adaptar las medidas de monitorización y respuesta ante actores hostiles.

Beneficios de contar con un SOC

Contar con un SOC ofrece múltiples beneficios que fortalecen la postura de seguridad de una organización:

  • Reducción del tiempo de detección y respuesta: Permite identificar y mitigar amenazas de manera más rápida, minimizando el impacto de los incidentes.
  • Mejora de la visibilidad y el control: Proporciona una visión integral de la seguridad de la organización, facilitando la toma de decisiones informadas.
  • Cumplimiento de normativas y estándares: Ayuda a cumplir con los requisitos legales y las mejores prácticas de la industria, evitando sanciones y protegiendo la reputación de la organización.
  • Optimización de recursos: Centraliza las operaciones de seguridad, permitiendo una gestión más eficiente y rentable.
  • Fortalecimiento de la ciberresiliencia: Contribuye a la capacidad de la organización para resistir, responder y recuperarse de incidentes de seguridad.

Más allá de las tecnologías empleadas, el verdadero diferencial de un SOC efectivo reside en la combinación de procesos claramente definidos y profesionales cualificados, capaces de adaptar las estrategias, definir nuevos casos de uso y mejorar continuamente la capacidad de detección mediante la optimización de reglas de correlación y playbooks.

La visión de S2GRUPO

En S2GRUPO entendemos que un SOC no es simplemente una sala con pantallas o un conjunto de herramientas tecnológicas. Es un servicio estratégico, adaptado a las necesidades del negocio, que permite a las organizaciones operar con confianza en un entorno digital cada vez más hostil.

Nuestra experiencia en la gestión de SOC para clientes del sector público y privado —especialmente en sectores críticos— nos permite ofrecer soluciones escalables, flexibles y alineadas con los más altos estándares de seguridad.

Contamos con 3 Centros de Operaciones de Seguridad en Valencia, Madrid y Bogotá, que forman uno de los SOC más completos y avanzados de Europa. Además, desarrollamos nuestras propias herramientas de ciberseguridad, como la plataforma SIEM GLORIA, que permite la detección de amenazas y su gestión eficaz.

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